sábado, 12 de marzo de 2011

La Guerra de Reforma 1857

La Guerra de Reforma de México o también conocida como la Guerra de los Tres Años, transcurrió desde el 17 de diciembre de 1857 hasta el 1 de enero de 1861, que culmina con la entrada de Juárez a la capital del país. Fue el conflicto armado que enfrentó a los dos bandos en que se encontraba dividida la sociedad mexicana: liberales y conservadores.

Se inicio cuando el general conservador Félix Zuloaga, dio a conocer el Plan de Tacubaya, el cual demandaba la derogación de la Constitución de 1857, la permanencia de Ignacio Comonfort en la presidencia y la convocatoria de un Congreso extraordinario, el cual se encargaría de elaborar otra carta constitucional que, según los conservadores, "garantizara los verdaderos intereses del pueblo". Dos días después de su publicación, Comonfort (Presidente electo en ese momento) se adhirió al Plan de Tacubaya. Benito Juárez (Presidente de la Suprema Corte de Justicia en ese momento) defendió enérgicamente la Constitución y se negó a colaborar con los conservadores. Por esta razón, Comonfort ordenó que lo detuvieran y lo mantuvieran en prisión. Con el transcurso de los años, la guerra se hizo más sangrienta y polarizó a la gente en la nación. Muchos de los moderados se unieron a los liberales, convencidos de que era necesario acotar el gran poder económico y político de la Iglesia Católica. Por un tiempo los liberales y conservadores tuvieron gobiernos paralelos, con la sede del gobierno conservador en la Ciudad de México y los liberales en Veracruz. La guerra terminó con la victoria de los liberales y el presidente Benito Juárez instaló su administración en la Ciudad de México. Una vez que el Congreso Constituyente había cumplido con su tarea de elaborar una nueva constitución, se hizo la convocatoria para realizar elecciones tanto de los poderes federales como los de los estados; tocó entonces a las legislaturas estatales el arreglo de las constituciones particulares de cada estado, de acuerdo con la constitución general. Se reunió así el primer Congreso Constitucional que trabajaría ya bajo los principios de la carta magna del 1857.

Se inició con el Plan de Tacubaya en diciembre de 1857. Su objetivo principal era la abolición de la Constitución liberal. Al siguiente mes, el Plan de la Ciudadela reafirmaba ese propósito. Desde entonces hasta mediados de 1860 el territorio del actual Estado de México estuvo bajo el control de los conservadores. De tal manera irían fungiendo varios gobernadores conservadores. Entonces trató de sostenerse un gobierno peregrino del Estado de México, siendo el de Michoacán asilo de ese gobierno y fuente de provisiones para los guerrilleros mexiquenses. Tanto liberales como conservadores tuvieron desavenencias internas. Efecto y causa de ellas fue el pronunciamiento de Ayotla en el Estado de México en diciembre de 1858.

Estando en Michoacán, el liberal Sabás Iturbide Rojas dejó la gubernatura del Estado de México a Simón Guzmán. Tocó a éste apoyar la campaña de Miguel Blanco, quien pretendía tomar Toluca y aun sorprender la Ciudad de México. Éste y otros intentos se frustraron hasta mediados de 1860, cuando Berriozábal logró enseñorearse del valle de Toluca. Este avance fue uno de los pasos que prepararon la resonante batalla de Silao, ganada por los constitucionalistas. A ella concurrió Berriozábal con la división del Estado de México. Sin embargo, una vez que retornó a Toluca, fue sorprendido por Miramón, quien penetró audazmente hasta el centro de la ciudad; mas fue pasajera la hazaña conservadora, pues el 22 de diciembre de 1860 Miramón fue derrotado en San Miguel Calpulalpan, al noroeste de la entidad, por González Ortega.

Sin embargo, las gavillas conservadoras siguieron por el rumbo de Malinalco, sobre todo en la sierra que va del Monte de las Cruces a Villa del Carbón, asestando duros golpes, significativos por la muerte de importantes personalidades del partido constitucionalista: Santos Degollado en los Llanos de Salazar el 15 de junio de 1861 y Leandro Valle, a los ocho días, en el Monte de las Cruces.

El 12 de octubre de 1861 la legislatura del estado culminaba la elaboración de una nueva Constitución, acorde con la federal del 57, aprovechando las lecciones del pasado, las luces de los legisladores que nos han precedido en los bellos y apacibles días de nuestra infancia social e independiente y las no pocas que brotando del seno mismo de los combates, han ilustrado a las masas después de la última revolución de principios.

La Constitución del 61 buscó balancear mejor los poderes públicos, prescribió la mayoría absoluta en la discusión y votación de leyes, redujo los periodos de sesiones del legislativo, amplió las facultades municipales y exigió la residencia en el estado para ser diputado, sin requerirlo en cambio para la gubernatura.


Antecedentes

En 1857, la situación llegó a ser delicada, tanto que este primer Congreso Constitucional, que había elegido a Comonfort presidente de la República y a Benito Juárez presidente de la Suprema Corte de Justicia, confirió al Ejecutivo facultades extraordinarias para gobernar. El temor de los hechos impidió incluso que se respetaran los artículos constitucionales relativos a las garantías individuales en tanto continuara la inestabilidad, la cual más que disminuir aumentó en una de las guerras más cruentas del país.

La amenaza de golpe de Estado en el país y la debilidad del presidente para actuar firme y decididamente, precipitó el estallamiento franco de la lucha. En diciembre de 1857 se proclamó el Plan de Tacubaya en el que se estipulaba que cesaba de regir la Constitución y que Comonfort seguiría al frente del Ejecutivo, gobernando con amplias facultades; convocaba a un congreso extraordinario que redactaría una nueva constitución de acuerdo con la voluntad nacional, cesando entre tanto a todas aquellas autoridades que no secundasen este plan.

Presionado por las circunstancias, Comonfort decidió unirse a los sublevados. Parte de su equipo de colaboradores renunció a sus puestos mientras que Benito Juárez, presidente de la Suprema Corte, Isidoro Olvera, presidente del Congreso y algunos diputados fueron conducidos a prisión. Los estados de la República se dividieron en aquellos que apoyaban al Plan de Tacubaya y los que defendían el orden constitucional.

Los conservadores, por su parte, presionaron a Comonfort para que derogara las reformas liberales, a lo cual él se negó. Luego, trató de buscar una reconciliación con el ala liberal; excarceló a Juárez y llevó a cabo enfrentamientos armados contra los conservadores, en los cuales saldría mal librado. Ante lo inútil de su resistencia decidió no continuar en la lucha y abandonó el país dejándolo inmerso en una guerra civil.

Guerra Civil

En consecuencia se dan dos gobiernos paralelos. Uno encabezado por Benito Juárez que en su calidad de presidente de la Suprema Corte debía ocupar el Ejecutivo en caso de que el presidente se ausentara; y el otro presidido por Félix Zuloaga, a quien una junta de representantes había electo presidente. El primero defendería el orden constitucional, mientras el segundo se encaminaría a su destrucción. Juárez estableció su gobierno, en un primer momento, en Guanajuato, mientras Zuloaga en la capital gobernaba con las llamadas Cinco Leyes, que de hecho derogaban algunas de las reformas liberales como la Ley Lerdo, la Ley Iglesias y la Ley Juárez entre otras. Las diversas entidades del país tomarían una posición y defenderían a uno de estos dos gobiernos.

El ejército y el gobierno liberal irían sufriendo severas derrotas a manos de los conservadores, en Puerto de Carretas, Atenquique, Ahualulco y Barranca de Beltrán, bajo el mando, en la primera batalla, de Luis G. Osollo y del general Miguel Miramón tras la muerte de aquél, derrotas que llevaron a Juárez a convertir su mandato en itinerante. Con todo y las penalidades a que se vio sujeto, éste continuó dictando una serie de disposiciones legislativas que simbolizaron una postura aún más radical que la manejada en el congreso constituyente de 1857. La legislación dictada en Veracruz modificó sustancialmente diversos aspectos centrales de la vida nacional.

Las leyes decretadas por Juárez en Veracruz, mientras se encontraba sitiado dicho puerto, conocidas como Leyes de Reforma, establecieron al fin la separación de la Iglesia y el Estado. El 12 de julio de 1859 se promulgó la Ley de nacionalización de los bienes eclesiásticos; el 23, la Ley del matrimonio civil; el 28 la Ley orgánica del Registro Civil y la Ley sobre el estado civil de las personas; el 31, el decreto que declaraba que cesaba toda intervención del clero en cementerios y camposantos. El 11 de agosto se reglamentaron los días festivos y se prohibió la asistencia oficial a las funciones de la Iglesia. Un año más tarde, el 4 de diciembre de 1860, se expidió la Ley sobre libertad de cultos. Este conjunto de leyes fueron el inicio de una nueva era en la política, la economía y la cultura.

Pero mientras esos ordenamientos se convertían en realidad, la guerra civil había agotado y empobrecido al país. Un hecho externo determinó el resultado de la contienda y daría un giro radical a los acontecimientos: en 1859, el gobierno de Estados Unidos representado por James Buchanan reconoció al de Juárez y lo proveyó de grandes recursos materiales y económicos; el jefe del gobierno conservador, el general Miguel Miramón, sabedor de la gran influencia estadounidense en la política mexicana, promovió infructuosamente una conciliación entre ambos bandos.

Después de tres años de guerra civil, las fuerzas liberales encabezadas por el general Jesús González Ortega, enfrentaron la que sería la última batalla contra las fuerzas conservadoras dirigidas por Miramón el 22 de diciembre de 1860. Los liberales vencieron a los debilitados conservadores definitivamente en la Batalla de Calpulalpan en el Estado de México el 22 de diciembre de 1860, y finalmente el 1 de enero de 1861, Juárez hizo su entrada triunfal a la capital.

Poco tiempo antes de que esto sucediera, pero convencido ya de la victoria de las fuerzas constitucionalistas sobre las reaccionarias, Juárez expidió el 6 de noviembre de 1860, una convocatoria para las elecciones de diputados al Congreso de la Unión y para Presidente constitucional de la República en un plazo de dos meses. El presidente había venido gobernando con facultades extraordinarias, por lo cual le era apremiante restablecer la legalidad del gobierno a través del Congreso. Para este momento, el poder legislativo había inclinado el peso de la balanza a su favor constituyéndose sin duda en la fuerza política más importante del momento, por encima incluso del Ejecutivo. Este, por su parte, necesitaba triunfar en las elecciones para poder gobernar dentro del orden constitucional.

Tras una votación muy cerrada, el gobierno juarista apenas pudo triunfar con unos votos de diferencia. El Congreso declaró presidente constitucional a Benito Juárez y a González Ortega presidente de la Suprema Corte de Justicia, cargo que llevaba implícito ser el sustituto legal del presidente

Las sesiones en la cámara transcurrieron en medio de una gran tensión política, la cual obligó al presidente a suspender algunas de las garantías individuales consignadas en la Constitución. Una vez que se restableció el orden constitucional a nivel nacional, se buscó la manera de sostener las leyes dictadas en Veracruz y se expidieron algunas nuevas, como el decreto por el que quedaron secularizados los hospitales y los establecimientos de beneficencia, emitido en diciembre de 1861.

Estos nuevos ataques a los intereses conservadores provocaron levantamientos por parte del ejército reaccionario. A pesar de haber sido derrotado por los liberales, Zuloaga hizo un nuevo pronunciamiento declarándose presidente de la República. La inquietud política se volvió a desatar y produjo fuertes enfrentamientos partidistas, incluso contra el presidente Juárez, que se esforzaba por mantenerse dentro del orden constitucional.

Sin embargo, los asesinatos de Melchor Ocampo y de Santos Degollado, en 1861 llevados a cabo por las guerrillas conservadoras, contribuyeron a que la situación política, económica y social se tornara crítica. El gobierno juarista decidió suspender pagos, buscar la forma de allegarse recursos por cualquier medio y mantener la suspensión de garantías. Estas medidas resultarían insuficientes para resolver los problemas financieros existentes y lograr la pacificación del país.

Con el fin de conseguir más recursos para frenar la guerra y arreglar la Hacienda Pública, el Ejecutivo tuvo que tomar medidas drásticas. La presentación ante el Congreso de una iniciativa de ley para suspender los pagos de deudas y obligaciones extranjeras durante dos años, fue el corolario a la angustiosa situación. Discutida en el seno de la Asamblea Legislativa, la iniciativa fue aprobada y se publicó en julio de 1861. La respuesta de las potencias afectadas fue inmediata y aunque la disposición se derogó en noviembre de ese mismo año, fue demasiado tarde pues la actitud asumida por los gobiernos extranjeros presagiaba el inicio de la Segunda Intervención Francesa en México.















Maximiliano











Carlota













1.- ¿Cuáles fueron los motivos de la Intervención Francesa?

R= Los motivos de los franceses, y especialmente de Napoleón fueron reclamar la deuda que tenia nuestro país con algunos países extranjeros y esto obligo tanto a nuestro país como a los otros a tomar medidas que culminaron en guerra.

2.- ¿Cuánto tiempo y en qué consistió la guerra de Reforma?

R= La guerra de Reforma fue un conjunto de desacuerdos por parte de los conservadores porque al tener las leyes de Reforma en la Constitución de 1957 se dieron cuenta de que esto afectaba sus intereses y al ver que en ese momento tendrían que someterse a reglas inicia la guerra que se dividiría en tres etapas, una de 1858 a 1859 en la que los conservadores ocuparon las principales ciudades de la Republica, la segunda etapa fue en 1860 donde se vieron los distintos triunfos por parte de los dos bandos. Y en la tercera etapa que fue en 1861 es donde los liberales triunfaron y tuvieron muchas victorias en las que sobresalen las de Sinaloa y Calpulalpan.

3.- ¿Quiénes fueron los ideólogos del Partido Conservador y Liberal?

R= El representante de los Liberales era José Maria Luis Mora y de los Conservadores fue Lucas Alamán.

4.- Menciona la etapa posterior a la Intervención Francesa

R= Después de la Intervención Francesa vino lo llamado Restauración de la Republica y luego en 1877 inicia la época llamada Porfiriato.

5.- ¿Cuáles fueron los propósitos del Plan de Ayutla?

R= Sus propósitos fueron derrocar la dictadura de Santa Anna y desconocer a los funcionarios que lo apoyaban además de proponer un Congreso Constituyente Extraordinario cuya tarea seria organizar la nación como una republica representativa y popular basada en instituciones liberales.

6.- ¿Cuál fue el principal objetivo de Benito Juárez que atendió durante la Restauración de la República?

R= Su objetivo era reorganizar la hacienda pública, revitalizar la economía y pacificar el país, aunque tras estas metas hubo problemas como la oposición de los militares por la perdida de sus privilegios y la rebelión de las comunidades indígenas despojadas de sus tierras.

7.- Menciona los países de la Alianza Tripartita

R= Gran Bretaña, Francia y España

8.- ¿En que consistió el Plan de Tuxtepec?

R= Este plan en un principio fue de no-reelección pero con este Lerdo renuncia a la presidencia.

9.- ¿Cuál fue el sistema político de Porfirio Díaz, contrario al Federalismo?

R= Su sistema fue a través de los los antiguos partidarios del juarismo, lerdismo y conservador, que hizo una pacificación dentro del país

10.- ¿Cuáles fueron las características económicas del gobierno de Díaz?

R= En su gobierno impulsó las actividades productivas como fue la agricultura, la minería, la pesca, y otras tantas, hizo redes ferroviarias dentro del país e introdujo el telégrafo.

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